domingo, 12 de mayo de 2013

Casos

  1. En esta ocasión se trata de una niña de seis años de edad, portadora del virus, que estaba inscrita en la escuela rural Abraham Lincoln, en el municipio de Huimilpan, Querétaro. La niña ha sufrido la discriminación de los profesores de la escuela por considerar que "puede contagiar a otros niños". Ante la ignorancia, el coordinador del programa estatal de VIH/Sida, Ulises Losson Ovando, quien denuncia el hecho, informó que personal de la Secretaría de Salud del estado acudió a la escuela para ofrecer cursos de información y sensibilización a las maestras y maestros. La discriminación persistió y los cursos fueron impartidos también a los padres de familia. A pesar de estos esfuerzos, la menor todavía no ha regresado a clases.
  2. Según el testimonio de la mamá del paciente: El pediatra que atiende a mi hija es muy respetuoso de su dignidad. Mi hija, una adolescente sufre de cefalomas y le estamos haciendo un tratamiento de enemas y revisiones colonizas. A veces necesitamos ponerles ondas rectales de 45 cm llenas de una solución gelatinosa para limpiarle los intestinos, y a menudo se las coloca el pediatra. A pesar de que mi hijita entra de mala gana cada vez que sabe que le van a poner la sonda, el pediatra la alienta y la tranquiliza. Una vez mientras le estaba poniendo la sonda mi hijita estiro las piernas bruscamente y se le salió la sonda, y el pediatra con santa paciencia se la volvió a poner. Incluso siempre nos deja pasar a mi marido y a mi para que mi hija se sienta acompañada. Durante el proceso, mi hijita que es muy rebelde siempre tiene una crisis de llanto y empieza con sus "¡Basta, me duele!”, pero el pediatra no pierde la calma y sigue con su trabajo. Además nos da consejos para todo, desde en que posición ponerla para efectuarle su enema, hasta recomendarnos a un enfermero de su confianza.